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CSIF alerta de un "grave colapso" en el comedor escolar de un colegio de Valladolid por sus "deficientes condiciones" del espacio y personal

El comedor escolar del CEIP Alonso Berruguete de Valladolid ha experimentado en los últimos años un aumento de comidas diarias que han provocado malestar entre los propios trabajadores. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios ha denunciado que el comedor del citado centro educativo de Valladolid ha llegado a una "situación límite" y de "grave colapso". Asimismo, el sindicato considera que el colegio Alonso Berruguete cuenta con un espacio y un personal "totalmente insuficientes" para el servicio de comedor, el cual ha pasado en los últimos diez años de servir 180 comidas diarias a más de 380. Sin embargo, la Dirección Provincial de Educación de Valladolid, según ha alertado CSIF, "tiene abandonado, con serias deficiencias, un servicio esencial que sufre un preocupante deterioro, generando una situación de agotamiento y estrés laboral entre el personal".

Tal y como relatan desde CSIF, el comedor de dicho centro contaba, hace 11 años, con una cocinera a jornada completa, un ayudante de cocina a jornada completa y otro con 4,5 horas, y una persona de limpieza durante dos horas. En estos diez años en los que las comidas que se sirven se han duplicado, tan solo se ha incrementado la plantilla en dos personas de limpieza y un ayudante de cocina con cinco horas y tres cuartos de jornada. Ante estos hechos, desde el sindicato han advertido que los trabajadores "están completamente desbordados y muy preocupados porque esta situación pueda estar afectando a los alumnos", y han señalado que hay 26 alumnos con alergias e intolerancias alimentarias, lo que "exige una supervisión rigurosa y permanente, difícil de garantizar con los medios actuales". Además, el sindicato de funcionarios remarca que los alumnos "no disponen del tiempo suficiente para comer en condiciones adecuadas a su edad, y que van comiendo según terminan otros escolares y van quedando sitios libres, sin margen para calentar adecuadamente los alimentos ni para limpiar los espacios. Los menores, o comen deprisa o no pueden terminar de comer".

Además, la organización sindical ha criticado que el comedor es también el gimnasio y la sala multiusos del colegio, "lo que no parece adecuado y dificulta la actividad y funcionamiento diario del centro". La situación es "especialmente preocupante", según ha alertado, para el alumnado de Educación Infantil, que desarrolla su jornada lectiva en otro edificio que carece de comedor propio, por lo que deben desplazarse cada día. Los pequeños recorren trayectos largos para su edad, bajo cualquier condición meteorológica. Por último, CSIF considera "vergonzoso" que desde un centro público se permita que los escolares coman en "condiciones tan indignas, impropias de un servicio esencial que debería garantizar calidad, seguridad alimentaria y bienestar". Por todo ello, exigen a la Dirección Provincial de Educación "la construcción de un comedor propio para los alumnos de Educación Infantil y habilitar más espacio para el resto; el refuerzo inmediato de personal de cocina, limpieza y apoyo; así como dotar la instalación de menaje, utensilios y material suficiente".