Vallisoletanos y leoneses firman un espectacular derbi que acaba con reparto de puntos
Un derbi que nunca defrauda y que curiosamente coincidió con la visita de la Cultural Leonesa en el Polideportivo Pisuerga. El Balonmano Atlético Valladolid sumó un punto en el clásico de Castilla y León ante un buen Ademar que fue por delante durante muchos minutos, especialmente en la primera mitad. Pero este equipo de David Pisonero nunca se rinde, logro remontar seis goles antes de irse a vestuarios y en un segundo periodo muy igualado y pleno de emoción, se acabó llevando un punto ante un rival que lleva en liga seis jornadas sin perder.
Extraordinario ambiente de derbi en la grada con la mejor entrada de la temporada hasta el momento, y que disfrutó de un muy buen espectáculo de balonmano como habitualmente en este derbi autonómico presidido por la emoción. La igualdad de los primeros cinco minutos fue rota por un primer parcial de 0-3 del conjunto de Dani Gordo, que tomó su primera renta significativa. La buena defensa del Ademar y las paradas del vallisoletano Álvaro Pérez, meta del cuadro leonés, impedían que los locales recortaran su desventaja. De hecho, Rodrigo Pérez Arce daba la máxima ventaja al Ademar, con el 5-11 al minuto 13, de toda la primera parte.
Desde el banquillo, Pisonero trató de revitalizar a los gladiadores azules con dos tiempos muertos ya que su equipo estaba encajando muchos tantos y la defensa era una de los aspectos a mejorar. Con un 6:0 más presionante y alternando a Miguel Camino en el 5:1 las cosas cambiaron y el Atlético Valladolid en poco más de diez minutos logró una meritoria remontada. Juan Bar dio refresco de calidad al capitán César Pérez y con sus intervenciones y los goles del exademarista Jozinovic y por pares de Rares Fodorean, Pablo Herrero, Toledo o Gedo, el choque se fue nivelando. Con un gol de campo a campo del brasileño José de Toledo el Atlético Valladolid obró la remontada.
Pero a pesar de la roja a Rodrigo Pérez Arce, su hermano Gonzalo y Benites lograron que los leoneses no perdieran fuelle y el encuentro quedó en empate a 17-17 al descanso. En el segundo periodo la igualdad e intensidad fue máxima, a pesar del desgaste de ambos equipos y el cansancio por tanto partido seguido, en especial del conjunto visitante. Los empates se sucedían y nadie se distanciaba ya que el ritmo se pausó y costaba anotar. Cada equipo anotó apenas cinco tantos hasta el ecuador de la segunda mitad, pero las paradas de Álvaro Pérez y las rápidas transiciones leonesas parecieron desnivelar de nuevo la contienda, poniendo el 22-24 al minuto 45.
Además la dirección de Miñambres y el apoyo anotador del sueco Lindqvist repercutieron positivamente en los jugadores leoneses, así como la actuación del central Adrián Fernández. El Atlético Valladolid insistía en los seis metros con el egipcio Gedo, y además el cambio de Pisonero a defensa 5:1 con Miguel Camino en el avanzado colaboró en el éxito pucelano. Aunque pareció que los leoneses controlaban el encuentro y tuvieron balón para ponerse dos por encima ya en el sprint final, una parada de Bar y el gol de Gedo en el posterior ataque dieron un punto a los pucelanos con el 30-30 final.
