Una fatídica actuación en Artaleku rompe la buena dinámica de los gladiadores azules
La ilusión del Balonmano Atlético Valladolid por puntuar en Artaleku no fue suficiente. Dos parciales negativos en cada periodo cercenaron las opciones de sacar rédito de la visita a la histórica pista guipuzcoana, y una temporada más, los gladiadores azules se fueron de vacío, viendo truncada su buena racha de tres triunfos consecutivos. Maniatados en ataque y presos de sus imprecisiones en el comienzo de cada tiempo, el Balonmano Atlético Valladolid no exhibió suficiente músculo en tierras vascas para poder romper su gafe y la salida en tromba de Bidasoa le castigó dejándole casi noqueado con un primer parcial demoledor.
Un 7-1 a los 7 minutos, que se amplió a 9-2 a los 10, forjado en el lado derecho del equipo local con Mujica y Cavero y echando por tierra el plan de partido para puntuar en Artaleku, ya daba a entender lo complicado que iba a resultar sacar algo positivo en esta jornada. El francés del cuadro castellano, Tao Gey-Emparan, volvió a la que ha sido su cancha desde que llegó a la Asobal. Cedido dos temporadas al Atlético Valladolid por el cuadro irundarra, recibió un buen recibimiento de la que fue su afición y logró anotar un gol, en una cita en la que los suyos se fueron de vacío. Según avanzaba el choque, Pisonero trató de cambiar cosas. Recurrió al 5:1 defensivo con Miguel Camino como es habitual en el avanzado y se abrió una ligera esperanza para el equipo pucelano. Sin embargo, el dominio del partido nunca cambió de manos. Las paradas del argentino Leo Maciel desbarataban las intenciones pucelanas de una remontada que nunca llegó. Aún así los gladiadores azules redujeron su desventaja a cinco goles, poniendo el 12-7 al minuto 17, pero los guipuzcoanos exhibían mayor poderío ofensivo, esta vez conectando con el pivote Esteban Salinas o con Nacho Valles al mando.
El Balonmano Atlético Valladolid trataba de no tirar la toalla y con un buen final de primer tiempo del capitán César Pérez bajo palos y tirando de garra con Miguel Camino apoyado en acciones puntuales de Carvalho desde el pivote, Oliveira o Jorge Serrano, el cuadro de Pisonero llegó a ponerse a tres tantos, con el 18-15 en el luminoso, pero un gol de un acertado Mujica desde 9 metros afianzó el dominio de los bidasotarras al descanso. El inicio del segundo periodo supuso otro jarro de agua fría para los gladiadores azules. Nuevo parcial de 6-1 que acabó por hundir las pocas posibilidades que le quedaban a los pupilos de David Pisonero. Intimidados por las paradas de Leo Maciel, sin claridad defensiva y superados por la calidad y la férrea defensa de un sólido Bidasoa, el Atlético Valladolid, que sólo logró nueve goles en esta segunda mitad, se vio ya sin fuelle para pelear el resultado 27-17 al minuto 40 del encuentro. Los diez tantos abajo ponían punto final a la ilusión de poder cambiar la mala racha de Artaleku. El último cuarto de partido ya no tuvo historia. A pesar de las diez paradas totales del capitán César Pérez, la roja a Toledo y la intensidad del Irudek Bidasoa hicieron estériles las aportaciones en esta fase de jugadores como el canterano Poladura con dos goles, Jozinovic o Fodorean, que no lograron impedir que el cuadro pucelano sufriera una derrota.
Sin embargo, este 34-24 final en Artaleku fue poco acorde a lo que había sido su completo juego en este mes de noviembre, y que junto a la del Palau Balugrana, es la derrota más severa de la presente campaña para el Balonmano Atlético Valladolid. Ahora, rápidamente toca levantarse de este resultado y empezar a mirar ya a la siguiente jornada con el encuentro del próximo domingo 7 de diciembre en Huerta del Rey ante Ciudad Real.